
Poemario
La PALABRA, para nosotros, es la mejor arma para defender y expresar aquello en lo que creemos. Lo que amamos. Pero no una palabra cualquiera sino aquella que canta, que grita, que revela, que salva. Porque necesitamos alimentar nuestro cuerpo pero sin duda nuestra mente y nuestro corazón nos exigen la savia que da turgencia a nuestra alma, que nos libera. La que grita deconsolada la verdad más cruel, la más bella. La POESÍA.
Y por ello, cada nuevo lote de nuestras cervezas irá acompañado de un poema escrito por Javier Delgado Gordillo y que de manera paulatina se irán recogiendo en esta página con el fin de que puedan disfrutar de todos ellos de froma conjunta.
“Nadie se salva por un libro sino apostando todo a una palabra,
la única que escoge el poeta a cambio de su propia vida expresada.”
Blas de Otero.
Alimento
Me alimento de ti
sorbo a sorbo
mis brazos forjan vida
y mis labios
saben a verso desolado y libre.
"Y la ola humilde vino a nuestros labios
de unas pocas palabras verdaderas."
Antonio Machado
Tal vez la mano
Dibujan tus labios, con el lapiz sublime
de la temprana inocencia,
hilos de embriagada esperanza
con sabor a verdad sin palabras.
La Alegría
Vespertina comienza tu jornada,
Convulsa tu alma, escarba en la ira.
De pie frente al mundo, verbo en lira.
Piel cautiva, vida enamorada.
Tras caminos yermos, al fin morada,
Tu cuerpo pace, tu razón respira,
Del día -la batalla- su mentira.
Nadie en todos, Soledad en la Nada.
Nada sobre la faz, sino la Fiera,
Locura descarnada, la Alegría,
Certeza de la pasión, febríl dolor.
Nada sobre la faz, sin La Alegría,
De sentir, del existir, sin espera.
Solo la Fiera, la Alegría, el Amor.
La Sombra
Aroma de Alma
tostada al Sol.
Sabor de verso
labrado a Herbor.
Amargor de llanto
naturalza en Flor.
Madurando a la Sombra, los viejos versos
se trocan en profundos sorbos de vida.
La mentira de vivir
En la noche fria
de mis días,
abraza el aire que ocupo,
roza con tus mejillas mis labios, innermes
ante la mentira.
Hoy, que mi incomprensión me abruma,
inabarcable,
solo me sirve tu presencia,
en silencio.
Saber que comprendes el sinsentido
que no salva la Muerte.
Sobran días para el desconsuelo de saberse derrotado.
La Alegría
Hoy todo es más sencillo,
un mundo hostil me sonrie
con el respeto que merecen los sueños,
no me ataca, tan solo me observa
y yo consciente de lo vulnerable de la vida,
me permito -por un trago-
relajar los músculos y caminar
lejos de esta encorsetada forma de respirar,
por un instante soy feliz,
entre el abandono de hoy
y la eternidad del mañana.